jueves, 21 de enero de 2021

Los tíos que estaban buenos

Cuando tenía unos ocho o diez años, las niñas de mi clase empezaban a mostrar interés por los "tíos buenos" de la época. Era el final de los 90 y principio del 2000. De aquella, copaban las portadas de revistas los jovenzuelos latin lover del momento: Raúl (el cantante), Chayanne, Ricky Martin... Y las niñas de mi clase, estaban locas, pero L.O.C.A.S por ellos. Aún recuerdo perfectamente ciertas conversaciones en las que comentaban "ayer salió Raúl en la tele, está buenísimo". Y yo a cuadros, la verdad, porque ni mis padres me dejaban ver la tele por la noche, ni yo encontraba que ese hombre estuviera buenísimo (y sigo sin hacerlo).

Supongo que formaba parte de algo perfectamente orquestado: querían hacernos ver a esos artistas como los más hot del planeta, y supongo que para buen porcentaje de la población, así era. En cualquier caso, yo me llegaba a sentir muy rara por no experimentar esa atracción que las demás sí tenían. Años más tarde, vendrían otros nombres y otros tíos como los de Pasión de Gavilanes, los de Rebelde y Rebelde Way, los chicos de Los Serrano y más recientemente, la chavalada española de Física o Química. Si nos vamos al plano anglosajón, los Backstreet Boys eran furor, y otras boy-bands que vinieron años después, así como actores como DiCaprio, Pitt, Cruisse...

El caso es que siempre han tratado de tener suficientes chicos guaperas para que las chicas estuviéramos entretenidas haciendo tests de "A quién enamorarías de FoQ" o "Descubre con quién eres más compatible de One Direction". Pero a mí siempre me costó entrar en ese mood, fundamentalmente porque no me atraía lo que a la mayoría de chicas de mi edad. Esos chavales con el pecho depilado, facciones perfectas, ojos bonitos... No sé, ¿quizá demasiado perfectos? Únicamente consiguieron darme un puntillo de gusto actores como Alejo Sauras, Hugo Silva o Matthew McConaghey. 

Aunque por supuesto, mi debilidad absoluta siempre fue Johnny Depp desde que en 2003 le vi aparecer en la sala de cine vestido de pirata en la primera de Piratas del Caribe cuando yo tenía diez años, y fue como ¡guau! Pero tengo claro que no solo se trata de atracción lo que siempre he sentido por Depp, sino también de una fuerte admiración. En cualquier caso, me da la sensación de que Johnny Depp nunca ha sido el prototipo de actor buenorro de Hollywood, aunque sí hay alguna foto suya de los años 90s con el pelo cortito y enseñando pechamen depilado... Quizá un intento de la industria de enmarcarlo en ese canon estético, pero me resulta mucho más atractivo con el pelo largo y pintas desaliñadas. 

Todo esto da que pensar...


¿Será entonces que, a lo largo de estos años, la moda también ha cambiado para los hombres?
Antes trataban de vendernos a cualquier jovencito talentoso con una estética muy pulcra, musculoso, afeitado y con pelo perfecto, y hoy parece que las tornas han cambiado: ahora se llevan las barbas de varios días y el pelo largo y algo desaliñado (vamos, lo que lleva haciendo Johnny Depp toda su vida). 

Quizá sea eso, ¿no es más atractivo quien realmente es como es y no como le dicen que sea? Puede que esa vibra fuera la que me llegaba cuando yo era adolescente y no le veía atractivo a los chicos hot del momento, quizá porque notaba todo demasiado impostado y poco natural. Todo ello me hace pensar en que quizá para los hombres también hubo (y hay) un canon concreto de belleza o de atractivo.

Esta al menos es mi interpretación subjetiva sobre el atractivo masculino y el estereotipo marcado. Y sobre la forma en que nos hace sentir no sentirnos atraíd@s por dicho canon; un poco como un alien que no entiende de los gustos de los terrícolas... Y a vosotros, ¿qué os sugiere todo este tema?

¡Nos vemos en el próximo té!

4 comentarios:

  1. Los calvos y los gordos no heredarán la tierra.

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    1. Bueno, está claro que se lo ponen más difícil, pero mucha fachada y poco trasfondo hacen perder todo el atractivo a una persona, lo que no suele suceder al contrario.
      Muchas gracias por leer y comentar!

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  2. Bueno, yo soy unos diez años mayor que tú por lo que veo, y déjame decirte que acá, cuando yo era adolescente, el buen Depp era con quien la mayoría de las chicuelas soñaban, y muchas siguen soñando.
    Concuerdo contigo en que las poses impuestas nunca serán mejores que ser quien uno es, y que nos quiera quien sea la descosida para nuestras roturas, que las máscaras siempre terminan cayendo.
    Abrazos.

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    1. Por supuesto que Johnny Depp siempre ha tenido mucho tirón, pero quería decir que no se corresponde (bajo mi punto de vista) con el prototipo general de "tío bueno" de Hollywood, al menos durante esos años (90s-2000s) en el que hubo un canon de belleza masculina muy concreto.

      Efectivamente es más atractivo quien es "como es". En la cotidianeidad de nuestra vida, nos podemos encontrar con personas muy centradas en seguir esos cánones estéticos, y más hoy en día con el auge de las redes sociales y la superficialidad. Es difícil saber a qué atenerse en esas circunstancias. Ya no incluí esa reflexión en la entrada porque estaba siendo muy extensa, pero todas esas tendencias que vemos en redes, revistas, etc, nos influencian, y en mayor o menor medida,tratamos de acomodarnos ellas. Sin embargo, lo auténtico siempre suele destacar por encima de lo impostado, y efectivamente esas máscaras que tú comentabas acaban cayendo.

      Muchas gracias por leer y comentar!

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