miércoles, 10 de octubre de 2018

Venus retrógrado

Hay que joderse con el tema de la astrología... Desde que estoy metida en esto, (por supuesto a un nivel amateur), tengo un tira y afloja entre mi parte racional que me dice que todo eso son chorradas y mi parte más emocional que confirma que esto de la astrología tiene mucha razón (válgalme para algo este juego de palabras). 

Llevo un tiempo escuchando que Venus comenzaba un tránsito retrógrado, pero conociendo el drama astrológico que muchas veces se plantea en torno a estos acontecimientos, le había intentado dar cero importancia. Sin embargo, llevo varios días dándole vueltas a miles de cosas y obsesionándome con ciertos pensamientos con respecto a mi relación, y he pensado si Venus no tendría algo que ver en todo esto...

Venus entró retrógrado el día 5 de Octubre en Escorpio. Dicho planeta en astrología representa el amor, y si está retrógrado pues se nos plantean una serie de dificultades a la hora de visualizar nuestras relaciones. Además, el signo de Escorpio es el de la intensidad, el todo o nada, el conocer a fondo lo que hay bajo la superficie, lo que complica un poco las cosas. Todo ello queda perfectamente recogido en este artículo que, para no enfangaros con mil explicaciones mal dadas por mi parte, estaría bien que echarais un ojo: Venus en Escorpio 2018. Un retrógrado intenso y obsesivo

Me gustaría citar textualmente algún pasaje de dicho artículo, para ilustrar un poco mejor a dónde quiero llegar. Al parecer, este tránsito retrógrado de Venus va a permitirnos "evaluar las relaciones (...) y lanzar preguntas al aire como: ¿Cuánto controlo o dejo que me contolen? ¿Cuánto confío en los demás? ¿Cuánto me abro? ¿Cuánto estoy dispuesto a compartir en la intimidad? ¿Cuántas de mis creencias/premoniciones son reales o pura paranoia infundada? (...) ¿Necesito drama e intensidad para sentirme amado?".

Tengo que reconocer que alguna de esas preguntas escuecen. Llevo un tiempo dándome cuenta de que, cuanto más pido a mi pareja que se abra conmigo, menos lo hace. No es que se lo pida directamente, sino que intento hacerle entender que cuantas más cosas me oculte, más distancia va a crear entre nosotros. Siento que con él voy descubriendo todo a oscuras, y mis miedos me dicen que me oculta cosas, lo que me hace desear tener mucho más control... Control que, por otra parte, no tengo. 

¿Será una cuestión de confianza? ¿Es que confío poco en él? Al principio confiaba ciegamente, nunca se me pasó por la cabeza en ningún momento que pudiera engañarme... Hasta que pasó algo que rompió un poco esa confianza que estaba intacta, algo que él nunca quiso contarme desde su sinceridad. ¿Qué pasó ahí? ¿Qué hubo entre esa chica y él? Puede que solo fuera un flirteo estúpido, pero incluso el flirteo me duele... Porque en aquella época yo pensaba que, empleando una frase muy manida, él solo tenía ojos para mí. Pues me dolió ver que no era así, sinceramente, y sobre todo, que me mintiera al respecto, que quedara con esa otra persona a mis espaldas y sobre todo, que cuando lo descubrí él no fuera capaz de ser sincero. Y aún a día de hoy, tengo la sensación de que sigue sin serlo.

Ese fue el germen de mi desconfianza. Ahí empezó una paranoia que nunca había experimentado antes, empezaron mis obsesiones sobre si cuando no estaba conmigo estaría hablando con ella por el móvil, o si quedarían y se verían, dándole vueltas a de qué hablarían, si habría contacto físico entre ellos, si se atraían sexualmente... Lo pasé muy mal durante muchos meses, y aún sigue esa reminiscencia dentro de mí. He intentado varias cosas: olvidarme del tema, preguntarle abiertamente y que me explique algo desde la sinceridad, pensar en todas las cosas positivas que tiene nuestra relación... Pero en los momentos más inoportunos, surgen de nuevo esas dudas. Él no comprende que necesito entenderle, porque estar parcialmente a ciegas al respecto no hace sino realimentar mis miedos, abrir un cajón en el que caben muchas más dudas que certezas. Y paradójicamente, cuánto más pongo de mi parte para que él se abra y comparta verdaderamente su intimidad, más lejos siento que estoy de hacerlo. 

Entonces sí que se me plantean muchas preguntas que coinciden con este tránsito astrológico: si estoy siendo controladora y obsesiva; si él efectivamente se abre conmigo o no lo hace; si todo es una paranoia de mi cabeza o hay bases sólidas para sentirme así; si necesito drama en mi vida para sentir las relaciones verdaderas... Lo único de lo que soy consciente es de que quiero saber por qué hace lo que hace, qué necesidad le lleva a comportarse así, si hay ciertas cosas que no cubro. Necesito entender por qué me dice que me quiere pero luego descubro ciertas cosas que hacen que todo se me derrumbe... ¿Es que a él también le engañaron tiempo atrás y necesita pagarlo conmigo? ¿Habrá sido un precio muy alto a pagar el hecho de que, cuando empezábamos nuestra relación, yo no quería que nadie lo supiera? Supongo que cada uno tenemos que asumir las consecuencias de nuestros actos, pero a veces me parece las consecuencias son un poco desproporcionadas. Si él no fue capaz de verbalizar que no estaba a gusto con los términos al inicio de la relación, ¿por qué no lo dijo abiertamente? ¿Por miedo a perderme? Y entonces, ¿por qué decidió que era buena idea desquitarse quedando con otras personas? 

La verdad, es que cuantas más vueltas le doy al tema, menos cosas comprendo. Esto daría para otro psicoanálisis... para otra entrada. Si de verdad esto de la astrología tiene algún efecto sobre los mortales, espero que Venus retrógrado sea capaz de poner un poco de orden. Mientras tanto...

¡Nos vemos en el próximo té!

2 comentarios:

  1. No me voy a meter para nada en el tema de la astrología, ya que no es mi intención (para mi no pasa de ser una pseudociencia) pero como un astrónomo (también, por supuesto de nivel amateur) sí puedo contarte que 6 de los 8 planetas en nuestro sistema solar giran sobre su eje (movimiento de rotación) contrario a las manecillas del reloj, si los observamos desde arriba de su Polo Norte, excepto Urano (que está muy inclinado) y Venus, esto se conoce como rotación retrógrada, o sea que giran en el sentido de las manecillas del reloj. La rotación de Venus es muy lenta, un día en Venus es más largo que su año, ya que equivale a cerca de 243 días terrestres, mientras que el año es de aproximadamente 225 días terrestres. La mayoría de las hipótesis sitúan el comienzo de la rotación retrógrada durante las primeras etapas de la formación del Sistema Solar, cuando todavía no era estable. Algunos científicos creen que es posible que tanto la velocidad de rotación como la inclinación del eje de cada planeta sean resultado de antiguas colisiones entre los cuerpos celestes.

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    1. Efectivamente, la astrología es una pseudociencia, y así me la tomo yo también, como una especie de entrentenimiento que, mientras no ponga en riesgo a nada nin nadie, simplemente puede resultar curioso e interesante.

      El movimiento retrógrado debo reconocer que al principio pensé que era un poco "invención" de la astrología hasta que, no hace mucho, vi una publicación en la que explicaban por qué se producía ese fenómeno y el tema es que es una ilusión óptica, o al menos así lo entendí yo. Realmente el planeta no se mueve hacia atrás, sino que lo parece con respecto al movimiento del resto de planetas. Pero la retrogradación no se refiere al movimiento de rotación, sino al de traslación (así lo entendí yo, sigue un tránsito retrógrado).

      Muy interesante lo que comentas sobre la velocidad de rotación y antiguas colisiones entre cuerpos celestes.

      Muchas gracias por leer y comentar!

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