jueves, 30 de septiembre de 2021

Mercurio retrógrado

Me preparo un té... y comienzo a escribir.

El caso es que estos días tenemos a mercurio retrógrado (no quería empezar tan fuerte con el rollo friki pero aquí ha salido). Mercurio es el planeta de la comunicación (entre otras cosas), y ha iniciado su movimiento retrógrado (es decir, hacia atrás en el mapa astral) con respecto a la Tierra a principios de esta semana. Movimiento que revertirá para volver a su tránsito directo pasada la mitad del mes de octubre.

Que Mercurio esté retrógrado en el signo de Libra, signo que simboliza las relaciones humanas, significa que puede haber ciertas tensiones entre personas que establecen relaciones, sobre todo en aquellas en las que necesitamos "el uno del otro". Parejas, familiares, compis de piso... En fin, todo lo que se os pueda ocurrir. Robándole las palabras al astrólogo Roberto Saula, "somos siempre en relación a otro". Y es así, pensamos que somos personas no solo independientes, sino autosuficientes, y ello no se corresponde con la realidad.

No solo no somos autosuficientes como individuos (porque siempre vamos a necesitar algo del otro), sino que además tenemos interiorizados ciertos automatismos que nos impiden ver con claridad la naturaleza de las relaciones humanas que establecemos. Y por automatismos quizá quiera decir más bien vicios, perversiones, y demás vínculos con cierto cariz tóxico que tienen lugar en nuestra relación con el otro


Sin ir más lejos, mercurio agitó fuertemente mi pequeño universo este lunes (pocas horas después de iniciar su tránsito retrógrado); en nuestro local de ensayo hubo una fuerte discusión entre los otros dos compañeros de grupo, creándose una situación muy inestable que amenazaba con tambalear los cimientos de nuestra banda. Una banda que, siempre ha sido entendida como un proyecto común donde los tres aportamos prácticamente a partes iguales lo que somos, lo que nos gusta, lo que sabemos hacer, donde cada uno ha sabido aprender a respetar las limitaciones del otro, nos costara más o menos. Sin embargo, tras la discusión y viendo todo el asunto muy negro, pensando que el grupo se disolvía, me di cuenta de lo frágiles que pueden llegar a ser las relaciones humanas, al mismo tiempo que nos pueden parecer fuertes como un roble. Y que, al fin y al cabo, quién coño soy yo sin mi banda, de verdad que lo pensaba tal cual, qué identidad iba a adoptar ahora ante la vida, simplemente iba a ser un individuo más del mundo laboral, que se gana sus habichuelas, vuelve a su casa y punto. No quería ni imaginarme las tensiones que iba a generar esa ausencia en mi pequeño mundo, en mi mundo emocional sobre todo.

Y es que los dos compañeros se generó una situación de tensión después de sendos largos días de trabajo y estrés, y circunstancias crispantes que hacen que el ratito que estamos ensayando sea para disfrutar y no soportemos demasiadas tensiones ni incomodidades. Les comprendía a los dos, y a la vez no les entendía a ninguno. No creía admisible tirar todo nuestro esfuerzo y buenos ratos por la borda solo por algo que podía tener solución. 

Espero que el resto del tránsito retrógrado que queda sea benévolo conmigo. De momento viendo que la situación parece haberse resuelto entre ellos sin apenas mi intervención, me siento mucho más tranquila. Tengo la sensación de haber visto toda la situación desde fuera, como una película, pero me ha dado para pensar mucho... Como esas pelis que te causan impacto y estás una semana entera pensando en ellas.

De nuevo en palabras de Roberto Saula, "más que de actuar, el momento va de detenerse y de observarse desde enfrente. Tomar prestados los ojos del otro para mirarse es, sin duda alguna, un acto de valentía".

¡Nos vemos en el próximo té!

lunes, 27 de septiembre de 2021

Líos de una noche

Lanzo una pregunta al aire... ¿es posible tener un rollo de una noche y no sentirse un poco enamorado antes y/o después? 

Las relaciones entre seres humanos abarcan un amplio abanico de posibilidades: amigos, familiares, pareja formal, matrimonios, amigos "con derechos", rollos "de verano", líos de una noche... Bajo mi propia experiencia, no puedo opinar sobre estos tres últimos.

De vez en cuando reflexiono sobre el tema, y creo que para mí probablemente sería inviable ese tipo de relación social. Tener sexo con alguien implica inevitablemente una intimidad a la que, bajo mi punto de vista, no se llega en una noche. Algunas de las variables que intervienen como son el deseo, la compenetración y el entendimiento no son fáciles de alcanzar. Hay numerosos estudios que indican que las mujeres no suelen alcanzar el clímax en las relaciones esporádicas, mientras que a los hombres les resulta algo más fácil (aunque la estadística sigue sin ser muy buena). 

En cualquier caso, siempre me ha parecido muy difícil conocer a alguien y unas (pocas) horas después estar teniendo sexo con esa persona. Para mí se necesitaría algo más, un feeling, un conocimiento de la otra persona, un estar con esa persona en la cabeza... ¿quizá porque para mí el deseo surge de un lugar que no es únicamente lo físico? Una vez leí que el más importante órgano sexual es el cerebro, que en realidad necesitamos ser excitados, al menos un poco, intelectualmente. Yo desde luego puedo corroborar eso. 

Algunos dirían que todo esto que estoy diciendo es la definición de estar conociendo a alguien y no de un lío de una noche, y probablemente así sea. Cuando utilizamos la expresión "estar conociendo a alguien" puede estar habiendo sexo o no, pero es seguro la fase de "enamoramiento", de querer saber más sobre la otra persona, etc. Para mí ahí empieza el deseo, no antes. Y es que bajo mi punto de vista individual, ¿qué puede aportar tener sexo con un extraño? Es decir, con alguien que no "conozcas". ¿Me explico?

Esto me lleva a la siguiente cuestión... ¿Y después del encuentro? ¿Es posible estar totalmente desapegado y olvidarte? ¿O se quiere volver a repetir? A no ser que la experiencia haya sido mala, desde luego... Pero, ¿y su fue buena? ¿Se vuelve? ¿Se evita volver? ¿Se quiere volver y no se puede evitar no hacerlo? ¿Surge algo más? ¿En qué momento te desvinculas mental o emocionalmente de la otra persona? 

Me gustaría que, si alguien lee esto, pueda aportar su propia experiencia y contestar algunas preguntas... O plantear otras.

¡Nos vemos en el próximo té!