jueves, 6 de abril de 2017

Amor para siempre

Últimamente pienso mucho en una idea: el amor sí puede ser para siempre. Se puede sentir amor por una persona durante toda tu vida. Y este es un concepto sencillo: en condiciones normales, sientes amor por tus padres, por tus hermanos, por tus hijos, manteniéndose durante toda la vida con mayor o menor intensidad (salvando las diferencias circunstanciales entre unos y otros seres humanos). 


Pero, ¿y en las relaciones de pareja? ¿Puede el amor vivir para siempre? Y si no es así, ¿qué nos hace romper el vínculo afectivo; dejar de sentir amor por esa persona? Pensando en que la pareja terminara su relación en las mejores circunstancias, me pregunto si el amor entre esas dos personas, fuera de una relación de pareja, estaría avocado a la extinción por circunstancias sociales o puede vivir para siempre. Yo me inclino más bien por lo segundo. 

Si admitimos que el amor entre dos personas que estrictamente no son familia puede ser para siempre, ¿entonces una relación de pareja también puede ser para siempre? ¿O no siempre es suficiente con sentir amor? El caso es que se habla mucho sobre la atracción entre dos personas, y cómo determina que ambas acaben posiblemente involucradas en algún tipo de relación, y que la "atracción sexual" en una pareja se agota aproximadamente a los tres años, como si de un reloj biológico se tratase. Con el tiempo, las relaciones sexuales se vuelven más esporádicas y quizá menos intensas, lo que evolutivamente no sería eficiente para la especie. Por ello, ese reloj nos determina a sentirnos atraídos por otras personas al cabo de un tiempo. Pero hay que tener en cuenta otra realidad: nuestro cuerpo quizá tenga mucho de animal, pero nuestra mente está unos pasos por delante de esa circunstancia. Nuestro amor, el amor que sentimos los humanos, creo que está más en la mente que en el cerebro, y a veces confundimos el amor con otras cuestiones, identificándolo como una emoción y no como un sentimiento. 

Volvemos entonces a plantear la pregunta, ¿es suficiente el amor para sustentar a una pareja a lo largo del tiempo? Le doy vueltas al tema y pienso en cómo se llega al punto de la rutina entre dos personas. Hay amor, sí ¡pues claro que lo hay! Pero falta emoción, conquista y atracción. Pienso en el gran número de parejas estables que estarán en esa situación, o en los millones de infidelidades que surgen a cada minuto a lo largo y ancho del planeta tierra. Pienso en las personas que se deciden a tener una relación abierta: a que una persona sea el amor y otras sean el sexo. ¿Realmente es efectivo? Habría que tener un punto de maduración y de abstracción muy grande para llegar a un equilibrio... Pienso en las personas que viven en pareja durante toda su vida, y son felices, con sus más y sus menos, pero con un pulso muy fuerte por mantener esa relación con buena salud. No se trata simplemente de acostumbrarse al otro, sino de intentar aportar y rescatar lo bueno de uno y del otro respectivamente, como si de una evolución constante se tratara. También creo que para eso se necesita un alto grado de maduración, para evitar caer en el tedio y la costumbre. La temida rutina. Pienso también en las parejas que rompen porque sienten que no tienen más que aportarse, pese a que se sigan queriendo. ¿O ya no es amor, y simplemente se ha convertido en cariño? En cualquier caso, ¿qué clase de magia debe tener el amor en pareja para que sea para siempre? 

Desde que lo dejé con mi pareja me encuentro en constante análisis sobre la vida, el amor y las relaciones humanas, intentando dilucidar por qué ocurren las cosas de la manera que ocurren, por qué en ocasiones nos vemos avocados a tomar ciertas decisiones para preservar nuestra felicidad, qué nos lleva a empezar o a terminar algo... qué impulso vital se esconde detrás de todos nuestros actos. ¿Realmente somos tan dueños de nuestra vida como nos creemos que somos? Si podemos llegar a ser felices sin plantearnos todas estas cuestiones o si, por el contrario, siendo más conocedores de nuestra propia historia, sabiendo reconocer nuestras debilidades y limitaciones, es la única manera que tenemos de encontrar el mejor camino para nuestra existencia. 

Ayer estuve leyendo la historia de Robert Smith y su mujer Mary Pole, que estuvieron juntos desde que se conocieron en el colegio, y nunca han estado con ninguna otra persona. Ellos han sabido mantener esa llama durante el tiempo y la distancia física, y estar con una sola persona no ha impedido que Robert Smith escriba grandes canciones de amor, como si de un nuevo amor se tratase. Esa clase de magia... me pregunto dónde reside.

¡Nos vemos en el próximo té!

Mary Poole y Robert Smith

10 comentarios:

  1. Sin duda has puesto el dedo en la llaga. Ha habido que esperar para este té pero ha valido la pena

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    1. Gracias JuanRa! Yo últimamente me paso los días poniendo dedos en llagas... está todo muy revuelto en mi cabeza ;D Por eso tardo un poquito en destilar las ideas, y sí... ¡ha habido que esperar para este té! Yo también estaba ya un poco impaciente. Espero poder seguir contándoos todo lo que tengo metido dentro.
      Un saludo enorme!!
      Mil gracias por leer y comentar!

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  2. ¡Hola! Muy buena reflexión y un tema que da para mucho...
    Yo creo en ese amor eterno. Estoy segura que existe. Quizá el problema es si cuando uno es bendecido con él, es capaz de mantenerlo en óptimas condiciones.
    Es importante diferenciar entre Amar y querer.
    Cuando alguien quiere, ese sentimiento puede llegar a ser caduco. Hoy quiere una cosa y mañana otra. Pero cuando se ama, no es así. El amor no tiene porqué estar emitiendo sus ondas en una intensidad máxima todo el rato, sino que fluctúa, hay momentos que esa señal es más débil y otros por el contrario que su señal llena todo el espacio.
    El amor no es algo de cuerpos, es algo de almas. O eso, creo yo :)
    En el amor eterno, nada que sea estético o físico o circunstancial puede extinguirlo. Ese tipo de amor no desaparece por que alguna de las personas unidas por él haya engordado, pierda pelo o ronque por la noche.
    Tampoco se extingue por temas sexuales. El sexo es cosa de cuerpos. Si alguien se separa por este punto, es que lo que siente por la otra persona NO es amor, es un sucedáneo.
    Amar es querer compartir la vida con alguien, y querer compartir todos los retos que surjan ¡Y punto! Sean cuales sean...
    Amar es mirar en la misma dirección con diferentes ojos pero unidos de la mano.
    El problema es que las personas NO quieren amar, sólo quieren querer ;)
    Un abrazo.

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    1. Pues sí Ángela... como siempre has dado en el clavo, terminando de concretar las cosas que se me quedan sueltas.
      Buen apunte ese: diferencia entre "amar" y "querer". Pues quizá no se nos enseña a amar, simplemente a querer (caprichos?, no sé). Quizá haya muchos buenos sentimientos de base y en realidad, no sabemos desarrollarlos para que una pareja dure, no porque no estemos capacitados, sino porque no lo ejercitamos.
      Totalmente de acuerdo: el amor es algo de almas, no de cuerpos. Y por supuesto, en el plano teórico, nada estético o circunstancial puede extinguirlo si es amor de verdad. Pero pienso que a veces se entremezclan muchas variables, y pienso que sí hay circunstancias y situaciones que hacen mella, momentos vitales y momentos en los que las personas comienzan a sentirse alejadas la una de la otra. Crecer juntos y evolucionar al mismo ritmo y en la misma dirección me parece altamente complicado. Pero bueno, ahí está la famosa frase de que el amor todo lo puede.
      No sé... pienso que en la pareja hay muchísimas variables que toman partido y es muy difícil desengranarlas. Desengranar los sentimientos y emociones que surgen y saber distinguir entre lo que se crea cuando una pareja comienza y lo que va surgiendo con el tiempo. No siempre se puede estar "enamorado" (=emoción); luego se da paso a otro tipo de sentimientos. Entonces, ¿estaremos enganchados al enamoramiento? ¿Es una barrera que debemos superar para construir y formar relaciones de pareja realistas y sostenibles en el tiempo?
      ¡Qué gran debate!

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  3. El problema que se te presenta es que la palabra 'amor' en nuestro idioma tiene una docena de acepciones, todas ellas equivocadas. Evidentemente, no es lo mismo decir que uno experimenta un gran amor por el paisaje castellano, que un gran amor por su pareja. Acepciones distintas.

    Generalmente, y por influencia de los medios, identificamos 'amor' con 'atracción', sexual o no. Ésta última dura, como dices 2-3 años máximo, y se debe a la secreción de oxitocina, feniletilamina y otros componentes de tipo hormonal. Su finalidad es mantener un fuerte vínculo en una pareja durante el tiempo suficiente para que tenga lugar la procreación. Luego la naturaleza considera que ha hecho su trabajo y se desentiende. Es el momento del 'ya no te quiero', 'ya no estoy enamorado/a', es decir, del 'ya no me excitas'. La distorsión de la realidad desaparece de golpe y nos encontramos ante un ser corriente, incluso vulgar, sin ser capaces de entender cómo pudimos enamorarnos de tal ser.

    Por contra, el amor a largo plazo es más bien una mezcla de amistad, respeto y confianza, donde el sexo es sólo un aditamento decorativo. Y más a medida que el tiempo pasa. Si encuentras a alguien por quien sientas todo eso, estás de suerte. De lo contrario estarás condenada a engrosar las estadísticas de los divorcios, y a vivir bajo la sombra de los cuernos. Los tuyos o los de él.

    Saludos.

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    1. Hola entangled! Muchas gracias por leer y comentar!
      Muy de acuerdo en lo de las acepciones: no se habla con casi ninguna propiedad en cuanto a sentimientos y emociones se refiere. También muy de acuerdo en que el amor a largo plazo en una pareja es una mezcla de amistad, respeto y confianza, pero añadiría más cosas. Creo que el amor de pareja es algo formado por muchas variables, interrelacionadas de forma compleja, difícil de desglosar y analizar. Quizá asumir que el sexo es un aditamento decorativo en una pareja me parece demasiado frívolo. Creo que el sexo une más a la pareja, lleven el tiempo que lleven, porque quizá ya no es "solo sexo", algo mecánico. Ahí es donde se demuestra de forma más aguda lo que sentimos por la otra persona. Muy complejo definirlo y explicarlo.
      También pienso que puedes encontrar a una persona por la que sientas esa mezcla de la que hablas, ese amor, y no ser suficiente. Pero sigo pensando en ello...
      En cualquier caso, gracias por pasarte y añadir tu reflexión!
      Un saludo enorme!

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  4. A tu pregunta, ¿es suficiente el amor para sustentar a una pareja a lo largo del tiempo?; la respuesta es no. Dejando a un lado que es mi opinión subjetiva y que no pretendo convencer a nadie, tengo que decir que no es suficiente con quererse. No lo es. El amor en la pareja se presupone -como el valor en la guerra-, pero hay más, mucho más. A lo largo de mi vida y de mis relaciones amorosas he podido comprobar -dolorosamente- que para que una pareja dure debe existir amor y un objetivo común; es decir, querer lo mismo. Por mucho amor, pasión, atracción sexual, cariño o whatever, si no se quiere lo mismo es cuestión de tiempo que la pareja se rompa. Y lo es por la sencilla razón de que si la otra persona te importa, no eres capaz de dejarla metida en una relación sin sentido ni futuro -a menos que seas un miserable-. Por amor hacia esa persona se acaba cortando la relación. En resumen, no es suficiente el amor.
    Da gusto tomarse un té contigo y charlar.
    Un abrazo.

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    1. Hola de nuevo Ícarus!
      Gracias por tu reflexión... Pues sí, el amor, como bien dices, "se presupone" (¡buen símil ese!). Muy cierto, se necesita un objetivo común, tal como comentaba Ángela un poco más arriba. Muy cierto también que más cruel es encerrar a una persona en una relación en la que sabemos que no queremos lo mismo que ella, o que ella no quiere lo mismo que nosotros. Difícil punto de desencuentro, y hacerlo entender también es muy complicado.
      Gracias de nuevo!
      Nos leemos ;)

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  5. ¡Hola, chica del té! Qué interesante tu entrada y tu blog en general. Es un tema peliagudo este del amor. Yo sí creo que se puede querer a alguien durante toda la vida, pero no las tengo todas conmigo cuando pienso en la monogamia como modelo de realización de ese amor. Me parece muy limitada la idea de que haya que amar a una sola persona siempre, de tal forma que se excluya la posibilidad de amar a más. Hace poco descubrí lo que era el poliamor (https://poliamormadrid.org/stories/que-es-el-poliamor.html) y creo que me convenció muchísimo este nuevo modelo (te dejo un enlace que está muy bien, por si quieres echarle un ojo). Lo que yo me pregunto es: ¿cómo es posible amar sólo a una persona? Bufff, no lo veo. Sea como sea, ha sido un gusto leer tu entrada. Por cierto, me ha flipado lo de Robert Smith y su mujer; no tenía ni idea de que estuvieran juntos desde hace tantísimo tiempo, ¡qué bueno! Un fuerte abrazo.

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    1. Hola! Muchas gracias por pasarte y comentar!
      Muy difícil sí... y peliagudo, sin duda. Cuando escribía la entrada también pensé en estas formas alternativas de relaciones (parejas abiertas, poliamor, etc), y cómo también me parece difícil llegar a un equilibrio. Para mí sería necesaria mucha maduración mental y creo que también depende de la persona, y de su forma de entender una relación, y su capacidad para cambiarla. Yo, por ejemplo, no me siento preparada hoy por hoy para experimentar algo así.
      He leído el artículo y me parece muy interesante, pero sin duda... ¡también peliagudo!
      Seguiré reflexionando sobre el tema...
      Gracias por tu comentario!
      Un saludo enorme!

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