lunes, 20 de marzo de 2017

Lunes de horóscopo

El lunes es día de horóscopo. Con los rumores del fin de semana aún revoloteando por la habitación, entro en el ordenador y tecleo las palabras de rigor, mi mantra personal de estreno de semana, y le doy a intro. Y bueno: equinoccio, regente directo, la luna en mi signo... parece que pinta bien.

Ayer quedé de nuevo con el chico que me gusta. Primero cine y luego paseo. Hablamos de cosas más o menos triviales hasta que saqué un tema un poco más profundo y la conversación se tornó interesante. Resulta que no se encuentra cómodo con las personas, algo le impide sentirse totalmente relajado con alguien, y eso se extrapola a familia, amigos, novias, etc. Incluso a mí, claro está. Pues si supiera que yo también llevo ese nervio dentro cuando estoy con él... pero lo mío es por otra causa. Me acompañó hasta mi casa; fuimos dando un paseo por el borde del río mientras se hacía de noche. Una imagen que se me quedará en la retina, algo para construir un bonito recuerdo. Él en mi barrio, de noche, hablando, el olor a río, las casitas bajas, las últimas luces del día... Bonito, sin duda.


Nos despedimos y cuando llegó a casa me escribió al móvil. En los tiempos que vivimos las citas no se acaban si no se quiere: ahí está la mensajería instantánea para decir lo que se ha quedado en el tintero. Y es que en algún momento de nuestro paseo le dije que había estado pensando en cosas que habíamos hablado días antes, y que me daba la sensación de que le cuesta ilusionarse con la vida, y así comenzó otra conversación escrita. Que tuvo una novia hace años pero que no ha sentido que se haya vuelto a enamorar. Pues vaya, le respondí yo. Que le cuesta mucho crear un clima de confianza para que comience algo, pero que confía en que cuando entre dos personas hay sintonización, ocurre solo, de una manera natural. Es discutible, añadí. Porque no siempre se tienen las cosas tan claras por ambas partes, cuando se trata de dos personas muy iguales. Cuando es un sí pero no. Cuando por timidez o inseguridad ambos se quedan sin saber qué está pasando en realidad

He tenido mucho tiempo para pensar en esto, porque básicamente es la historia de mi vida. Para una persona como nosotros lo fácil es que nos busquen, nos halaguen, nos digan las cosas bien claras. Alguien con la seguridad que otorga no tener miedo a una negativa, porque ya vive en ella, y lo único que queda es la opción de cambiarla. Así es como empezó mi primera relación de pareja. Pero no siempre tiene por qué ser así.

Después de la conversación estuve pensando un buen rato: creo que no lo ve. No ve lo mismo que yo. Yo sí percibo esa sintonía, a veces más sutil y a veces más evidente. Puede que sea por el momento que vive que le impide ilusionarse, o porque es difícil para él comunicarse con las personas a través de las palabras. Pues dejaré de comunicarme con él exclusivamente a través del verbo, algo que ya intuía que no terminaba de ser eficiente.

Sé que estamos ahí, uno frente al otro, esperando algo. Hace años decliné la opción de ser la persona que empieza, la que pone en funcionamiento el engranaje. Era mucho más joven y no tenía ni idea sobre prácticamente nada, no tenía herramientas. Resulta que ahora sí que sé lo que quiero y lo que no. Hace unos días una amiga me dijo "¿Sabes lo que quieres? Pues ve a por ello"; y no le supe contestar. Ahora tengo la respuesta. Aunque a veces me atrapen las dudas en sus monstruosas redes, deformando mis pensamientos, lo he visto. Te he visto y me he visto. Sé lo que he sido y lo que no quiero volver a ser. Sé que esto no me va a ser fácil, pero no todos los caminos que llegan a buen puerto deben serlo. No estoy hablando de enfrentarse al otro, sino de enfrentarse a uno mismo. Lo que podríamos descubrir por el camino podría cambiarnos para siempre.

También nos lo dice el horóscopo: parece que estamos preparados para lo que venga.

¡Nos vemos en el próximo té!


2 comentarios:

  1. Me has dejado con ganas de más. ¡Necesito saber cómo sigue esta historia! Definitivamente acerté siguiendo tu blog. Me gusta como escribes; con cercanía y palabras cargadas de cotidianidad. Sigue así.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola de nuevo Ícarus! Yo también necesito saber cómo sigue esta historia... Espero poder contaros más cositas y espero que sean buenas.
      Gracias por tus palabras; me alegra mucho que te guste como escribo, porque a veces es difícil encontrarse a uno mismo escribiendo.
      Un abrazo para ti también!

      Eliminar

Cuéntame tú ;)